INTRODUCCIÓN

A través de la historia hemos visto, como la evolución del hombre allegado a perfeccionar cada uno de sus sistemas del cuerpo humano, desde este punto de vista, veremos los órganos sexuales o reproductores, que son distintos para el sexo masculino y el sexo femenino, su aspecto, su forma, su constitución, sus funciones y enfermedades.

Las diferencias sexuales existen desde la procreación misma. En la niñez casi tales diferencias no son tan visibles, pero a partir de 11 ó 12 años, cuando se acerca la pubertad estas se hacen notorias, su cuerpo tiene una transformación en ambos sexos el crecimiento del vello púbico, en las mujeres el crecimiento de los senos y caderas.


El aparato reproductor femenino es el sistema sexual femenino, por ende el aparato reproductor masculino es el sistema sexual masculino. Juntos, son los encargados de garantizar la concepción humana. Ambos se componen de las gónadas, los gametos y producen las hormonas sexuales donde se forman los gametos y producen las hormonas sexuales, las vías genitales y los genitales externos. Tanto el sistema reproductor femenino como el masculino están compuestos de dos tipos de órganos: los órganos internos y externos.

También estos órganos reproductores sufren o son afectados por enfermedades las cuales causan daños reversibles.